viernes, 17 de julio de 2009

INTERLUDIO VERANIEGO


APACIBLE INTERLUDIO EN EL MEDITERRANEO (PLAYA DE OLIVA-VALENCIA)
Junio nos ha sorprendido con una procesión atmosférica de masas de aire africano cargadas de polvo y de un calor que ha tenido-y tiene-la consistencia del metal fundido. No llueve desde Mayo y la tierra calcinada y amarilla de la estepa no invita, que digamos, a prodigarse en paseos, menos aún en expediciones kilométricas que nos lleven a través del desierto. Los panoramas de esas montañas que incluso en mitad de las áridas llanuras, aparecen como islas de promisión, se sumergen en el plomo fundido de la calina del núcleo del verano. Por el día-un día tras otro-es normal que lleguemos a los 40º a la sombra: ¡estamos en España! Pero las temperaturas no descienden por la noche. El aire se detiene y el relente matutino no alivia la sequedad de los matorrales y los árboles. No... La verdad es que no apetece demasiado salir de viaje y moririse de sed por esas cuestas de dios con las rocas al rojo vivo derritiendo la suela de tus botas. De modo que tras unas exitosas incursiones de primavera que nos han llevado por los límites del Altiplano Granadino con Jaén, y nos han permitido alcanzar la gloria de unas cimas emblemáticas, poderosas y solitarias como El Cabañas y El Empanadas, de 2027 y 2106m respectivamente, y visitar lugares tan enigmáticos, hermosos y bravíos como la cuenca del Embalse de La Bolera y el río Castril hacia sus fuentes, hemos puesto las botas a secar y ahí se han quedado: a la espera de las lluvias y las masas de aire del norte del Atlántico. Salir, como digo, con estas temperaturas, la sequedad y, sobre todo, con esta atmósfera amarilla cargada de polvo africano que reduce enormemente la profundidad de las panorámicas, aplastando los relieves y disolviendo los colores en una especie de fluido denso cuya observación produce dolor de cabeza; salir así, es arriesgarse a enfermar de puro calor. Mis ojos se van ahora hacia otros destinos: los Pirineos, Gósol, Pedraforca, la Sierra del Cadí. Lugares que voy a visitar por primera vez y que ocupan una posición en exceso discreta en el corazón del Pirineo Catalán; lejos de los hitos clásicos del Valle de Arán, Boi, Aigues Tortes y San Mauricio, el Pallars Sobirá y el núcleo de tresmiles de la Pica de Estats... Busco la tranquilidad de la familia y la contemplación de unos paisajes pacíficos y literarios. Como podéis apreciar en la foto, la insoportable aridez ma ha empujado a la orilla del Mediterráneo, que siempre es-junto al arco de bonitas montañas que lo apartan del interior de España-un excelente lugar para inspirarse y recomponer los fatigados músculos, las piernas y el corazón.

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