viernes, 17 de julio de 2009

INTERLUDIO VERANIEGO (II)



PLAYA DE OLIVA-SUR / EUROCAMPING

El Mediterráneo es el mar donde se ha forjado la Historia de Occidente y, por tanto, del orbe conocido (siempre que ningún cataclismo-cosa que no descarto, dado el turbulento panorama mundial-vaya a cambiar las cosas). La aparente tersura de sus aguas, de un azul lechoso, pero brillante, que en los días calmos produce la sensación de que se podría caminar hasta las Baleares, se convierte en el geográfico espejo de un arco de magníficas montañas que, si miráis con detenimiento un atlas mundial, veréis extenderse desde los Montes Tauro, allá al Sur de Turquía, hasta el Estrecho de Gibraltar. Un terreno ideal para la Aventura. El Mar y las Montañas.

El inmenso arco litoral del Golfo de Valencia, que se inicia 200km al Norte, en los terrenos pantanosos y sobreexplotados del Delta del Ebro, termina muy cerca de aquí: en el saliente que como un ariete de tierra lanza el Montgó al clavar sus raíces en el Mediterráneo, conformando el Cabo de San Antonio, esa punta modelada como vasto triangulo que dobla la línea de costa hacia el SW. ¡Fabulosa estampa la del Montgó! 740m alzando su pétrea muralla sobre la costa. Eterno vigía de los barcos de la Historia. Por aquí pasaron fenicios y griegos; cartagineses y romanos; berberiscos, normandos y tropas imperiales... Sin altitudes que superen los mil metros (excepción hecha de Bernia y Puig Campana), ofrecen sin embargo estas montañas unos perfiles agresivos de crestas y pirámides que harán las delicias del montañero. Del Montdúver, con sus 870m-que aparece en la foto, por encima de las caravanas-hasta el Montgó, pasando por La SAFOR, Segaria o el Almiserá (el vigía del bonito surco intramontano de LA VALL DE GALLINERA), un tapiz vegetal mimado por la abundante pluviometría (unos 700/800l al año, de media) y un clima bendecido por la proximidad del mar, nos retrotrae a tierras más exóticas...; las del trópico, por ejemplo, pero sin el azote del calor y los mosquitos.
Mi base de operaciones estos últimos días ha sido el Eurocamping de Oliva, desde cuya magnífica playa, sobre la cúpula de sus dunas, he podido observar casi todo la abertura del Golfo. Desde las montañas de Castellón, allá muy al Norte (apareciendo detrás del saliente de Cullera) hasta el Montgó y el Cabo San Antonio. Haciendo vida de monje guerrero, apartado de la lucha y de la fe, excepción hecha de una incursión por la enigmática cara Norte de la Segaria, he imaginado ascensiones desde la comodidad de la lectura y la compañía de familiares y amigos. Las horas que he pasado observando los veleros en su ruta hacia Ibiza y la imponente fachada del Montgó a través de las lentes del prismático ha merecido la pena. Otra zona de montañas a la que puedo dedicar un Blog entero (el que, precisamente, estoy construyendo ahora, titulado MARGEN MEDITERRANEO). Un buen puñado de ascensiones que dejo para el Otoño próximo.

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